
Este maravilloso y bellísimo cuento es de tapa dura, consta de 36 páginas finitas ¡Ojo con los peques lectores!
Es de gran tamaño (30×30 cm). Aunque lo hay en versión más pequeña yo os describo el que mi peque y yo leemos.
Las letras son en minúscula pero son de gran tamaño y facilita la lectura.
El autor es Juan Carlos Chandro y las preciosas ilustraciones corren a cargo de Mª Luisa Torcida. La editorial es Bruño.
Empezaré contándoos que este magnífico libro lo descubrimos cuando en una de tantas tardes a las que vamos de «expedición» a las librerías, buscando cuentos que nos atrapen, nos hagan volar, nos diviertan, nos enseñen y nos ayuden a dormir nos cruzamos con este.
Yo buscaba libros que relajaran a mi pequeño y lo ayudaran a dormir y encontré la «joya de la corona», pues desde que lo tenemos (hace ya bastantes meses) no hay ni un sola noche que mi niño no lo pida.
En la historia Garbancito (el niño) está triste porque su papá está de viaje y su mamá está tan atareada con el trabajo que no ha podido hacerle mucho caso y cuando llega la hora de dormir Garbancito le pide que le lea un cuento pero su mamá le comenta que no tiene tiempo, que tiene mucho trabajo, a lo que Garbancito le pregunta si le quiere. Su mamá reflexiona sobre el día tan ajetreado y la poca atención que ha puesto en su hijo, así que le dice a su hijo de muchas formas diferentes cuanto le quiere.
En nuestro caso mi peque y yo las repetimos y hacemos lo que hacen las ilustraciones del cuento (taparnos la nariz, darnos un abrazo, etc) y es muy divertido y nos llena de complicidad.
Termina el cuento con Garbancito feliz durmiendo en los brazos de su mamá, que pasa de tener en las primeras imágenes cara de cansada a estar en la última página feliz y plena.
Reconozco que soy una enamorada de esta historia que recomiendo al 100% ya que a los papás y mamás nos hace pensar que sin querer a veces no le damos prioridad a lo importante, pasar tiempo con nuestros hijos, y aunque estemos cansados o estresados siempre podemos sacar un ratito de tiempo para hacer cosas con nuestros peques y por supuesto decirles mil veces al día que los queremos y que estamos para lo que necesiten.
Con este cuento los peques comprenden que a veces «los papis» tenemos malos días.
Con este cuento trabajamos la emoción de la tristeza, la alegría, el tono de voz (hablar bajo o fuerte), el cariño, el amor y la protección, expresar nuestros sentimientos y hablar de ellos, el abrazo y el beso.
Si queréis incorporar este libro a vuestra colección de cuentos solo teneis que preguntar por él en las librerías de vuestro barrio, buscarlo en grandes superficies o podeis comprarlo directamente online. En ese caso os dejo el enlace directo a Amazon: